En el marco del encuentro y jornada de diálogo entre movimientos sociales, realizado en la Casa del Maestro de Santiago el pasado 21 de enero, el Historiador y Doctor en Historia Mario Garcés, Director de ECO, presentó los principales resultados de la investigación: “Las críticas relaciones entre lo social y lo político en la historia de Chile reciente: Los movimientos sociales en la transición a la democracia, 1986-1994” (Proyecto FONDECYT Regular N° 1140188)
La actividad contó con la presencia de un importante número de integrantes de organizaciones sociales, estudiantes y del espacio académico, quienes fueron participes de la exposición de intercambio con el Doctor Garcés en torno al objeto de estudio llevado a cabo en conjunto con el Historiador Augusto Samaniego y que da cuenta sobre el rol de los movimientos sociales en la transición de la dictadura a la democracia en Chile y la conflictiva relación entre estos y los partidos políticos.
El debilitamiento de los movimientos sociales en este periodo, señaló Mario Garcés, guarda relación con el peso de la tradición nacional en la cual los partidos políticos tienden a ser concebidos y auto concebirse como los principales protagonistas de la política, mientras los movimientos son subordinados a posiciones secundarias.
Uno de los primeros resultados de la investigación es que las criticas relaciones entre lo social y lo político se configuraron en la fase previa a la transición, es decir durante el proceso de movilización social plasmado en las protestas nacionales previas previas al plebiscito de 1988.
«Las protestas nacionales instalaron la pregunta por la transición, prepararon el camino a la transición, pero al mismo tiempo constituyeron una verdadera paradoja: mientras unos eran los actores movilizados, especialmente los sectores populares y poblacionales o los pobladores, otros los actores protagónicos de la transición misma; los partidos del centro político que se reconstruyeron y recuperaron su visibilidad publica en la transición…»
En este contexto histórico, ni la propuesta de tipo semi insurrecional del Partido Comunista, ni la intra institucional de los partidos del centro político, acogieron «la experiencia, los sentidos y las demandas que se venían gestando entre los sectores movilizados, especialmente los pobladores», relegándolos a un lugar secundario.
Adicionalmente se expuso la diferencia entre el movimiento de pobladores y el movimiento mapuche, mientras los primeros adquieren una gran activación en los 80, los segundos con menor visibilidad en este periodo terminan pactando con la transición.
No obstante aquello, el movimiento mapuche, fruto de su propia evolución se distancian de la transición y logran reconstituirse como un movimiento étcnico social, es decir como pueblo, lo que les confiere un nuevo eje de articulación, a diferencia del movimiento de pobladores que no termina de constituir un eje de articulación , predominando su heterogeneidad y muy probablemente las influencias del mercado en los 90.
Descarga aquí los principales resultados de la investigación presentados en la jornada.