A las puertas de una nueva conmemoración del uno de mayo, la pandemia del COVID 19 evidencia, como nunca, la fragilidad de la economía mundial y las inconsistencias del neo liberalismo, escenario que golpea con fuerza a las y los trabajadores.
En este marco compartimos un texto, parte de la memoria documental de ECO – Educación y Comunicaciones, con el cual queremos saludar a quienes desde siempre han librado las luchas por la igualdad y la justicia, solidarizándonos en esta hora de incertidumbres para la fuerza trabajadora.
Prólogo a la tercera edición
En mayo de 1986, cuando se cumplían cien años de los sucesos de Chicago, ECO – Educación y Comunicaciones publicó este trabajo que hoy presentamos en su tercera edición. Las dos anteriores estuvieron dirigidas especialmente a organizaciones sociales y encontraron en ellas gran acogida, lo que nos motivó a editarlo nuevamente.
El recuento histórico de las luchas populares en Chile y el mundo, nos ubica frente al presente como parte de un camino que muchos han contribuido a trazar. El conocer y reconocer este camino común, permite ir creando los vínculos necesarios entre los distintos sectores sociales que forman parte de la nación. Valorar las luchas pasadas y su trascendencia, ayuda a comprender los problemas y aspiraciones actuales de los trabajadores. Les otorga, con justificación, su digno lugar en nuestra historia. Tarea de primer orden luego de 15 años de intentos por silenciar la voz de las mayorías, impidiendo su participación como constructoras del país. Mas allá de sus protagonistas directos, esta labor involucra a todos los que se sienten participes de los cambios a que Chile se ve abocado en esta etapa.
La historia constituye un patrimonio colectivo. Como memoria de un pueblo, es fuente permanente de aprendizaje, que permite encarar las tareas del presente y los desafíos futuros. Por ello, un aspecto de la reconstrucción del pais de todos, es el conocimiento histórico de la evolución de sus principales actores sociales, historia que ha sido distorsionada, censurada y ocultada a los ojos de los chilenos.
Contribuir a un mayor conocimiento de los sucesos del 1° de mayo de 1886, así como de las maneras como los trabajadores chilenos han recordado esta importante fecha a lo largo del siglo XX, es un aporte a la gran tarea colectiva de democratización de nuestra sociedad. Con mucho gusto lo ofrecemos al público.
Los Editores.
Santiago, mayo 1989